La psicoterapia es el tratamiento que tiene como objetivo el cambio de pensamientos, sentimientos y conductas.
Se lleva a cabo entre un profesional con la formación y las habilidades necesarias para facilitar el cambio psicológico, y el cliente que requiere la ayuda para aliviar los síntomas que le producen un grado de sufrimiento importante.
Los síntomas de los que se quejan las personas que solicitan psicoterapia son variados, afectan a la experiencia personal, la relación con los demás o dificultan de forma significativa sus actividades cotidianas.
El malestar con frecuencia se manifiesta a través de ansiedad, depresión, estrés, conflictos con la pareja, dificultades en las relaciones sexuales, etc. o dan lugar a ciertos comportamientos que interfieren la vida de una persona en distintas áreas, como por ejemplo las adicciones (alcohol, drogas, etc.) los referidos a la alimentación (anorexia nerviosa, bulimia, etc.).
Resumiendo, las circunstancias que llevan a una persona a solicitar ayuda profesional son diversas y complejas.
La psicoterapia propicia cambios congruentes con los objetivos que desea alcanzar el cliente. Proporciona orden al caos facilitando la comprensión de ideas y acciones que habían
sido confusas. Conduce a cierto alivio al capacitar a la persona para afrontar ansiedades y tensiones que habían sido evitadas.
Conduce a nuevas oportunidades para aprender modos diferentes de pensar, sentir y actuar.
En definitiva, provoca que la sensación de malestar progresivamente vaya dejando paso a la de dominio y control personal.